Cambio climático y salud

CAMBIO CLIMÁTICO Y  NUTRICIÓN
CAPITULO 1. INTRODUCCIÓN

En primer lugar, me gustaría reflexionar sobre cuál ha sido la razón que me ha llevado a hablar sobre este tema. Está más que claro que el cambio climático está a la orden del día, y cada vez es mayor la evidencia sobre su existencia y cómo está evolucionando con pasos de gigante. 

Como recordarás, recientemente entre los días 2 al 13 de diciembre de 2019 se celebró en Madrid la Cumbre del Clima COP 25En la misma se puso, de nuevo, de manifiesto que ya no nos quedan dudas sobre la influencia del ser humano en el clima mundial, sin embargo, nuestro conocimiento sobre la extensión, la evolución y las consecuencias del cambio climático es aún insuficiente.

Cambio climático: Qué es, causas y consecuencias.

El cambio climático afecta a todas las regiones del mundo. Los casquetes polares se están fundiendo y el nivel del mar está subiendo. En algunas regiones, los fenómenos meteorológicos extremos y las inundaciones son cada vez más frecuentes, y en otras se registran olas de calor y sequías

Las causas principales que nos han llevado a esta situación son: 
  • Aumento de los gases de efecto invernadero
  • Aumento de las emisiones y contaminantes
  • Deforestación
  • Causas naturales
Dichas causas, están favoreciendo consecuencias fatales previamente citadas, que considero más que oportuno comentar brevemente.
  • Deshielo y aumento del nivel del mar: El volumen del agua aumenta cuando se calienta. Al mismo tiempo, el calentamiento global hace que se derritan las capas de hielo de los polos y los glaciares. La combinación de esos cambios está provocando el aumento del nivel de los océanos, que causa inundaciones y erosión en las zonas costeras y de baja altitud.
  • Condiciones meteorológicas extremas y aumento de las precipitaciones: Las fuertes lluvias y otros fenómenos climáticos extremos son cada vez más frecuentes y pueden provocar inundaciones y el deterioro de la calidad del agua, e incluso progresiva disminución de los recursos hídricos.
 Por consiguiente, la salud de las personas se está viendo afectada:
  • En algunas regiones, ha habido un incremento del número de muertes producidas por las altas temperaturas y en otras, una disminución de las muertes causadas por el frío.
  • Se observan ya cambios en la distribución de algunas enfermedades transmitidas por el agua.
  • Muchos países pobres en vías de desarrollo se encuentran entre los más afectados. Sus habitantes suelen depender estrechamente del entorno natural y tienen menos recursos para hacer frente a los cambios climáticos.
El cambio climático se está produciendo tan deprisa que muchas especies de plantas y animales tienen problemas para adaptarse.
  • Varias especies terrestres, marítimas y de agua dulce se han trasladado a otros hábitats. 
  • Algunas especies de plantas y animales estarán aún más expuestas al riesgo de extinción si las temperaturas medias globales siguen subiendo de manera descontrolada.
En los medios de comunicación estamos continuamente bombardeados de titulares sobre que hay que reducir la huella hídrica y de carbono, y una buena medida podría ser a través de nuestra alimentación. Por ello me gustaría comenzar definiendo cada uno de estos conceptos por separado: 
  • Huella de carbono: “cantidad de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) emitidas de forma directa, o indirecta como consecuencia del desarrollo de una actividad, medido en toneladas de CO2 equivalente”
  • Huella hídrica: “cantidad de agua necesaria de forma directa o indirecta como consecuencia del desarrollo de una actividad”.
 
CAPITULO 2. ¿ CÓMO PODEMOS AYUDAR A FRENAR EL CAMBIO CLIMÁTICO DESDE NUESTRA ALIMENTACIÓN?

Hoy en día, se puede hacer una afirmación bastante escalofriante: 

“El sector alimentario es el responsable de la emisión del 30% del total de gases invernaderos emitidos a nuestra atmósfera, y esto se debe fundamentalmente a la producción de alimentos de origen animal” 

Es más que evidente que el consumo de alimentos de origen animal se ha aumentado de manera exponencial en las últimas décadas, aunque entre los años 1990 hasta 2013 el consumo global de carne de vaca por persona se vio disminuido un 10%, sin embargo, el consumo de cerdo aumentó un 23% y las aves de corral un 96%. 

Cada especie animal contribuye a la emisión de gases de efecto invernadero de manera diferente. Por una parte, los cerdos y pollos emiten como principal gas el óxido nitroso, seguido del metano. Sin embargo, los rumiantes, como vaca y oveja, emiten metano como principal gas. 

Como consecuencia de que China se incorporase al modelo de alimentación de las sociedades desarrolladas, es decir, aumento de la ingesta de productos de origen animal, se ha producido a nivel mundial un cambio en el proceso de producción agrícola, en el cual se ha implementado el monocultivo fundamentalmente de soja y maíz, previa deforestación de cultivos autóctonos propios de la zona, cuyo fin es la alimentación de los animales que posteriormente ingeriremos en nuestro plato.

Por otra parte, la  producción de frutas y vegetales de fuera de temporada en invernaderos también contribuye a la emisión de gases, por ello, es recomendable consumir frutas y verduras estacionales. 

Además, según la FAO (Food and Agriculture Organization): "La huella hídrica de la comida se lleva el 70% del agua que se gasta a nivel mundial, siendo la carne el producto alimentario que más agua precisa para su elaboración"

1Kg de carne de ternera: 15.400L   
1Kg de cordero: 8.7000L
1Kg de cerdo: 6.000L
1Kg de pollo: 4.300L 

Estos valores son muy sorprendentes al compararlos con las cantidades necesarias de agua para la producción de legumbres, cereales, fruta y verduras: 
1 Kg de legumbre: 4.055L
1 Kg de cereales: 1.644L
1 Kg de fruta 962L 
1Kg de verduras 322L. 


Por tanto, ¿Qué podríamos hacer nosotros como ciudadanos para disminuir el cambio climático desde el punto de vista de nuestra alimentación? Esta pregunta tiene una respuesta muy sencilla, simplemente con reducir el consumo de alimentos de origen animal y establecer una alimentación fundamentalmente basada en verduras y frutas de temporada, legumbres, granos enteros y frutos secos, estaríamos contribuyendo a evitar la evolución del cambio climático. Además, al fomentar este cambio de alimentación estaríamos contribuyendo a la prevención de numerosas enfermedades crónicas, y por consiguiente aumentando la calidad de vida. 

CAPITULO 3. ¿QUÉ OTRAS ACCIONES PODEMOS HACER LOS CIUDADANOS?                CONSEJOS PRÁCTICOS.

Si no se toman medidas urgentes es muy probable que las consecuencias se intensifiquen en los próximos años. La situación es grave, pero la tenemos que abordar sin catastrófismo.

Medidas que indudablemente nos afectaran a todos, y por tanto todos, debemos contribuir a revertir la situación que nos espera y cada uno de nosotros desde nuestros respectivos ámbitos debemos implicarnos.

Podemos hacerlo desde muchos ámbitos de nuestra vida diaria, resumiré algunos de ellos. Bastan algunos pequeños cambios en casa para poder ahorrar energía y dinero, además de reducir las emisiones y así proteger el clima.

CALEFACCIÓN Y AIRE ACONDICIONADO
  • No uses agua demasiado caliente. 
  • Utiliza el termostato con prudencia. 
  • Baja las persianas o echa las cortinas en los días de calor 
  • Combate el calor con un ventilador. 
AISLAMIENTO
  • Sustituye las ventanas de vidrio sencillo por otras de doble acristalamiento. Se pierde entre un 50% y un 70% menos de calor.
  • Si no puedes cambiar tus viejas ventanas, instala cortinas gruesas 
  • Sellando los huecos que pueda haber alrededor de las ventanas o instalando burletes en puertas y ventanas.
  • Aísla los depósitos de agua caliente, las tuberías de la calefacción central y los huecos de las paredes. 
 EN LA COCINA
  • Utiliza electrodomésticos de alta eficiencia energética. 
  • Comprueba que el horno cierre correctamente
  • No laves los platos a mano si tienes lavavajillas. Los lavavajillas modernos utilizan menos agua y energía (y la mayoría tienen un programa "ECO"), pero espera a que esté lleno para ponerlo.
  • No hiervas más agua de la que necesites.
  • No tires el aceite usado por el fregadero, échalo en un recipiente y cuando lo tengas lleno, llévalo al punto limpio más próximo.
LAVADO INTELIGENTE
  • Llena completamente la lavadora
  • Elige la temperatura más baja. 
  • No hagas prelavado si la ropa está poco sucia.
  • Evita usar secadora en la medida de lo posible. Un ciclo de secadora puede utilizar el doble de energía que un ciclo medio de lavado.
AHORRAR ELECTRICIDAD
  • Sustituye las bombillas incandescentes o halógenas por otras más eficientes. Con cada bombilla LED podrás ahorrar más.
  • Desconecta todos los aparatos cuando no los uses. Las bases de enchufe múltiples te permiten desconectar todos los aparatos con facilidad.
  • Consulta a tu proveedor de energía sobre la posible instalación de un contador inteligente. Con los sistemas de contadores inteligentes para gas y electricidad podrías reducir el consumo de energía.
  • Pásate a la energía "verde". Contribuye a la expansión de las fuentes energéticas renovables, como la energía eólica y la energía solar. Si tu vivienda tiene su propio tejado, estudia la posibilidad de instalar paneles solares para generar parte de tu electricidad.

Marta de Lucas Fernández
Dietista-Nutricionista
Fecha de publicación: 3 de Marzo de 2020

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